Mi viaje a Nepal

Facebook
Pinterest
Twitter
LinkedIn
WhatsApp

Me gustaría compartirles unas anotaciones que hice luego de un viaje que resultó ser de autodescubrimiento que hice al humilde pero gigante Nepal.

Luego de un trekking de 15 días al campo base del Monte Everest, y de dejar al grupo e irme a Pokhara, una ciudad encantadora, lo escribí mientras disfrutaba de mi propia compañía tomando un licuado de fruta contemplando el lago a mi frente.

Inicie mi bitácora de viaje con la siguiente frase. “El poder de la sorpresa. Sorprenderse. Esa seria la palabra para mi viaje a Nepal. Que bueno es lo desconocido. Creo que nunca supe a lo que me iba a enfrentar realmente.

Empezando con el trekking, si hubiese sabido lo que iba a enfrentar no lo hubiera hecho, pues el límite se encuentra en la cabeza. Y si soy honesta, no lo hubiese hecho porque me faltaba confianza en mi misma.

Fue difícil, muchos desconocidos, frío, incomodad, seguir horarios y adecuarse a otros.

Pero que hoy que ya lo hice, estoy agradecida conmigo. Fue lo mejor que pudo haberme pasado en mucho tiempo”.

Hoy, mientras escribo esto, cuando abrí mi bitácora un año y medio después del viaje, me aparece una película por mi mente, sé que es “cliché” los viajes de autodescubrimiento, y sé que lo hablo desde un lugar de privilegio, pero todos nos ponemos nuestros límites, y cuando te enfrentas que podés vencer esas cosas que pensabas que no podías el mundo se vuelve muy chico.

Y qué lindo es sorprenderse, sorprenderse con las nuevas amistades que haces, gente que nunca viste en la vida y de repente se convierten en un sostén y te inspiran con sus historias.

Sorprenderse con una cultura nueva, un pueblo distinto, en ese lugar tan remoto donde cada persona de allí te recibe con una sonrisa y un namasté te abrieran su casa como a un amigo íntimo sin pedir nada a cambio.

Así que nada, gracias por leerme hasta acá y si querés compartir algo que te haya sorprendido soy toda oídos y ojalá nos podamos sorprender juntas en algún viaje!

Más aventuras!