En mi camino hacia el Campo Base del Everest se puede decir que aprendí muchas cosas que lo puedo aplicar a mi vida.
Creo que la experiencia en la montaña tiene eso, ser una gran metáfora de la vida y si hay alguien que haya hecho trekking que esté leyendo esto sabrá de lo que hablo, así que les comparto pequeños aprendizajes que siento que hicieron que esos 15 días de trekking por los Himalayas, duren toda mi vida.
Vistari Vistari (en español despacito despacito), caminar lento y constante, como la vida misma, a veces queremos que todo suceda rápido, pero la forma en cómo encaramos el camino determina nuestra llegada. Y ya lo dijo el Maestro Tabárez «El camino es la recompensa».
El poder de la respiración, lento, con conciencia, todo se puede lograr cuando entramos en conciencia. Es increíble cómo concentrarse en la respiración hace que pongas el foco en eso y no en la dificultad que estás atravesando.
Los límites los pone la mente, ya sé que lo habrán escuchado un millón de veces, pero cuando logras cumplir una meta que pensabas que no podías, te sentís invencible. Hay que mantenerse fuerte y aprender de la gente que siempre se está poniendo a prueba que te hace ver que realmente las trabas sólo existen en nuestra mente.
No mirar la cantidad de escaleras y subidas, tomar una profunda respiración y seguir, que la llegada sucede y todo pasa. Todo pasa.
Al ego hay que dejarlo al comienzo del camino, está bien reconocer que hay gente más preparada que uno, y que no hay nada de malo en ser más lento, es sólo seguir adelante, reconocer tus debilidades y esforzarte para dar tu máximo, porque todos llegamos.
Cada paso, cada piedra cuenta, y es imposible llevar la mente a otro lugar, estar presente en cada pisada. Vivamos el momento.
Y dijera Martín nuestro líder: «Ayer ya pasó, mañana no existe, hoy es hoy». Que en la bajada se celebra, pero que ya viene una subida entonces sólo queda seguir adelante.
Y reitero, todo pasa. A veces hay que guardar la incomodidad para uno porque nuestras palabras a veces tienen impacto en los demás. Aquello de que si no tenes nada positivo para decir? ¡Mejor no lo digas!
A veces lo poco que uno puede ofrecer le puede cambiar la vida a alguien. Y más en contextos más vulnerables, aunque estoy segura de que a la que más le cambió la vida fue a mí.
Y simplemente dejarse llevar, el 90% de las cosas malas que nos imaginamos no suceden, así que… que fluya!